jueves, julio 06, 2006

Pompeya

Música: "Shine On You Crazy Diamond" - Pink Floyd.
"...remember when you were young..."
Caminatas, patines, palabras y momentos que se entremezclan unos con otros. Paralelismos y recuerdos. Coincidencias. A veces, las cosas, con todos los analisis posibles acaban por coincidir y adecuarse a los moldes que hace el paso del tiempo. El molde de las efemerides. De buscar un simil, "un mismo patrón", en los pasos, en los imanes, en las sombras y en las luces. Y en los diamantes de azúcar, que lo último que son es irrompibles.
"... you shone like the sun..."
La luz de la lámpara mágica que no se ve, ni se conoce... y probablemente no se conocerá. Una autentica desconocida. Las miradas se cruzan y solo una parte sabe cómo y porqué. Solo "la otra parte" lo sabe.
"... nobody knows where you are, how near or how far..."
La lava del Vesubio fue quién dejó que conocieramos Pompeya, la lava se convirtió en urna (o prisión) de cristal y todo quedó intacto. Para buscar en el pasado los indicios de un presente. Sus habitantes son estatuas que miran al infinito y en la lava quedaron sus pensamientos. Lo material guarda la esencia de lo que lo crea, lo destruye o lo observa. Esa es "la otra parte". Y es ésta la que a veces, diversos egoismos, la nublan volviendola inexistente. Pero si la existencia es dependencia es mejor vivir así. Sin cadenas.

"Que no tenemos pasta pues dormimos un rato porque el dormir no gasta sale mucho más barato" - "Cacho A Cacho", Estopa.


PD: 10 kilómetros!! (o más!!)
PD2: Chill(o algo) sessions by ValeriaGC featuring Massive Attack, Morcheeba, Apocalyptica, Pink Floyd, Pastora, Ojos De Brujo and many more!.

4 comentarios:

alexA platoanA dijo...

la lava ke derrite el barro, ke derrite lo ke tapa y tapando brinda pisos ke sobran, la lava ke llama a encender otra lava, volcán a punto de estallar hacia todos lados, volcán de sentimientos ke se hicieron cuando se abrieron canales de emociones, lava ke derrite, lava ke abre caminos, lava ke ensucia los pasillos ke la culpa prefería limpios...

saludos, mi buena amiga.

Anónimo dijo...

Ya los sabios griegos practicaban el peripatetismo, y el tiempo es cíclico, todo se repite hasta el infinito (Bergson). Los surcos del tiempo crean esos moldes que se replican y a lo que todo se ajusta en busca del ansiado "equilibrio" que permita un tranquilo y plácido paso de ciclo.
En el mismo tiempo y distinto espacio todo está "gobernado" por el mismo patrón, desde las galaxias hasta los cuántos, pasando por la dualidad energía/materia. Todo es soluble hasta el punto en que la fuerza de unión interna es superior a la coherencia externa, el diamante en nuestro espacio es un mero azucarillo (o un beso de buenas noches).

No toda la luz viaja a la misma velocidad, y nos ha tocado galopar sobre ésta. Algún día alguien podrá mirar a un lado y entenderlo todo. Mientras tanto hay que intentar que la fugacidad no te impida encontrarte en otros ojos que se reconozcan en los tuyos como quien evoca un recuerdo.

Los volcanes son fuerzas de la naturaleza que nadie puede controlar. Producen tierra fértil para sobrevivir aunque hagan daño. La materia es necesaria sólo si existe energía, pero la energía no necesita materia...

No todos los días se descubre Pompeya, pero me seduce más la Atlántida y me gusta seguir buscándola e imaginarme dónde está... El espacio que se eleva al cuadrado es apenas una décima parte (al menos actualmente)aunque no hace dos ciclos lunares que espacio y tiempo confluyeron todo un periodo intersolstical. La energia siempre buscando materia de manera indefinida y no elegida.

Hace tiempo que el cogito ergo sum, superó al tanto tienes tanto vales, y perdemos un tercio de la vida durmiendo ;-)

Me fascina la armonía planetaria (según Pitágoras) cuando se escribe con Ñ. Aunque tampoco soy un experto astrólogo y a veces el humo me impide ver bien...

Terra sit tibi levis...

Anónimo dijo...

astrónomo... jejeje

Kaloni dijo...

Digamos, mejor aun, que fué la ceniza y no la lava del Vesubio la que nos conservó Pompeya.
La lava quemaba mucho.
La grácil y letal ceniza.

Un beso.